Un día en Tallin

En mi viaje por Europa de este año, por esas cosas del azar – por decirle de alguna manera – terminé, sobre la marcha,  incluyendo a Tallin en mi itinerario. Eso es lo bueno de viajar, a veces las cosas no salen exactamente como las planeamos y de todas maneras una disfruta al máximo lo que va apareciendo en el camino.

Antes de empezar, y para el caso que hayan llegado aquí preguntándose si es suficiente un día para recorrer Tallin, desde ya les digo que si bien es suficiente para recorrer la ciudad vieja de Tallin, que es super pintoresca, si pueden incluir un par de días más en su itinerario realmente valdrá la pena. Yo estuve sólo un día y me quedé con ganas de más!

Habiendo dejado asentado lo anterior, paso a comentar un poco cómo pueden verse algunos puntos importantes de Tallin, en un sólo día.

1. Al llegar

Si llegan a Tallin en avión – como fue mi caso – la forma más fácil y barata de llegar al centro de la ciudad es en bus, en la línea 2. La parada está justo a la salida del aeropuerto a la izquierda. El pasaje cuesta dos euros y se paga al subir al conductor.

Si llegan en bus, en la avenida Tartu Maantee, que está a una cuadra y media de la estación, pasan varias líneas de buses, por lo que será averiguar qué bus les deja mejor. Allí también pasa el bus 2 que viene del aeropuerto. Si se quedan por el centro histórico quizás puedan ir caminando, ya que la estación de buses no está tan lejos de allí.

attention    Un dato a tener en cuenta es que el transporte público deja de funcionar entre las 23 y las 6 de la mañana, por lo que si se van o llegan a la ciudad muy tarde o muy temprano, deberán acomodar sus planes a esos horarios o estimar que deberán tomarse un taxi.

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Foto tomada en el centro de Tallin, por la mañana

2. Moverse en la ciudad

Si el plan es quedarse en Tallin un sólo día, es posible que todo su día transcurra en el centro histórico o muy cerca de allí. Si es así, podrán hacer todo a pie y sin dificultades, ya que la ciudad es bastante plana (con muy pocas excepciones).

Mi consejo es conseguir un buen mapa. Like a local tiene unos mapas muy buenos, al estilo use-it, que recomiendo muchísimo, porque suelen tener tips interesantes de la ciudad.

Más allá de los mapas, recomiendo caminar un poco sin rumbo. La ciudad está llena de callecitas mágicas que parecen estar ocultas al ojo distraído.

3. Walking tour

Mi recomendación para una visita de un día no puede dejar de incluir los free walking tour. En Tallin hay varios, por lo que he visto, sólo en inglés. Yo hice el tour que sale a las 12 desde la puerta de la oficina de información turística – que se encuentra en el centro histórico – y fue muy interesante, así que lo recomiendo. De todas formas, en este sitio aparece un listado de tours gratuitos en la ciudad de Tallin.

Si tu inglés es muy limitado o casi inexistente, de todas maneras no deja de ser una opción hacerlo, aunque sea para que te indiquen en la dirección correcta. 😉

4. Compras

Si quieren comprar algún recuerdo, a lo largo y ancho del centro histórico hay muchos locales de souvenirs y, para el horario en que termina el tour, la plaza principal ya estará llena de puestos vendiendo artesanías en lana, encajes, imanes, postales y todo tipo de chuchería que tan bien nos hace quedar con la familia, así que quizás valga la pena darse una vuelta.

Y si les gusta el diseño y las cosas más originales, quizás sea una buena idea entonces alejarse de las hordas de turistas y empezar a caminar hacia las afueras del centro histórico.

De esa manera, caminando sin mapa ni dirección, encontré una tiendita que se llama oma asi, que tiene productos de distintos diseñadores locales a precios accesibles. Otra opción, es ir hasta Estonian Design House, a ver cosas lindas.

5. Recomendación culinaria

Como tan sólo estuve un día no tuve oportunidad de probar muchos lugares. Gracias a la magia de CouchSurfing, por recomendación de un local probé must puudel, un lugar super pintoresco con un patio precioso, que si bien está dentro del centro histórico, está en una calle de poco tránsito.

Hay variedad de cervezas tiradas, tienen una carta veggie friendly y la mayoría de la clientela es local. Los precios son razonables y la hamburguesa vegetariana que probé estaba genial!

Me comentaron que los fines de semana en el lugar son agitados y se arma fiesta así que si están por allí un viernes o sábado puede ser una opción para chequear, ¡después me cuentan!

Hablando de noches agitadas, si llegan a estar por Tallinn un miércoles, otra opción es ir a Legendary, una gran fiesta en un gran complejo cerca del mar. Si van antes de las 11 pm (o quizás es antes de las 10, chequeen!) entran gratis. Hay una gran barra afuera con mesas y varios espacios con distinta música y una infinita cantidad de gente. La música no me pareció particularmente buena (¡cuestión de gustos!) pero para estar afuera tomando unas cervezas está muy bien.

6. Lo que me quedó pendiente

Fueron varias las iglesias a las cuales no entré y se veían interesantes; me quedé con ganas de visitar el museo de la KGB; caminar un poco más la ciudad; comer en Tai Boh, el restaurante con la decoración más bizzara; recorrer la costa, afuera de la ciudad, hacia donde están los acantilados; y salir del centro histórico como para poder ver mejor cómo vive la gente en Tallinn.

¿Hay algún imperdible que no esté en la lista? ¡Compartilo en los comentarios!

Más información útil para tu próximo viaje:

4 respuestas a “Un día en Tallin

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